Es una partida que no tiene vuelta atrás, cuando nada esta demasiado cercano, lo arcaico tiende a reaparecer para no bajar la vista. Propendemos a recuperar los momentos que marcaron sonrisas en la cara, las que llenaron de adrenalina el cuerpo, y la voz. Hay veces en que uno no puede desprenderse de aquello semejante.
El momento en que la completud se aproxima al ser… y lo mueve hasta descolocarlo de su molde. Es por estos abrazos que exprimieron, que vaciaron para llenar de un nuevo color todo el cuerpo.
Cuando eso basta, no sobra nada. Quien necesita de una materialidad, quien necesita de un deseo, de una condición más de la que esta siendo participe.
El No todo se vuelve más que mucho, y dura un instante, el cual se guarda en la profundidad de las emociones que despiertan hasta los mas hermosos recuerdos, o hasta las mas dolorosas añoranzas.
Pero cuando está siendo, no hay pensamiento que lo detenga, no hay uso de razón que lo llene de magnitud, porque la misma desborda, es incontrolable y es incalculable.
Un lamento recorre la plenitud perdida, volviéndola mas plena aun, cuanto más se aleja.
Y estamos pendientes de los ocasos que destruyeron aquel amanecer feroz, y es el ocaso el que opaca tan locuaz amanecer.
Permite confluir en el punto de comparación de los contrarios que se atraen, o de los que se repelen y construir la fugaz ambivalencia de un instante que no inclina la balanza. Uno solo…que se destroza cuando deja de ser instante y se vuelve una de dos opciones.
Más que desglosar tal alternativa, podemos buscar el inicio de un mecanisimo similar o podemos caer en la incomprensión
Demasiado tarde dice nuestra naturaleza, cuando el impulso le gana al raciocinio y perspicazmente nos inclina a lo circular. Pero de ese mismo modo, renace la fuerza de vencedores que nada tienen por perder en esta hilera de corazones con curitas, todo cicatriza con un golpe similar. Pero el momento de éxtasis, si, es el momento de éxtasis lo que nos hace nudo, enredos en alguien mas…
